Hanna (antes Ohana)

¡Hola! Mi nombre es Yéik, soy un galgo que en breve cumpliré 11 meses y mis papis han decidido adoptar a una pequeña y canija galguita de 3 meses. Desde el primer momento que me la presentaron supe que mi vida ya no volvería a ser la misma. Conectamos al instante, pasó de ser para mi una completa desconocida a sentir que era parte de la familia en tan solo unos segundos. Comprendí, en ese preciso momento, que íbamos a ser inseparables, iba a ser mi preciosa hermanita pequeña, la pequeña Hanna.

Han pasado solo tres semanas y estamos muy unidos, ella ha conseguido que vuelva a ser un cachorro con mis juegos y travesuras. Incluso me ha dado confianza y seguridad para poder acercarme a hablar con otros perros. Me ha dado ese empuje que necesitaba ya que me daba miedo relacionarme con otros perritos en el parque, ahora ya juego con todos. Me ha dado energía y vitalidad y mis papis lo notan, a veces me miran raro y se me quedan mirando fijamente mientras me sonríen.

Mis papis me contaron la historia de Hanna y me pareció bastante triste, nadie la quería, de toda la camada fue la última que encontró un hogar, según dicen, porque era la más fea, ¿qué queréis que os diga?, para mi, ella es perfecta y la más hermosa.

No podría estar con ella sin la gran ayuda de Cristian que la rescató de la intemperie de la calle junto a sus hermanitos, y a Manuela por darle un techo, comida y el calor de un abrazo humano, a Delia que movió mar y tierra para traerla hasta aquí.

Gràcias a todas estas casas de acogida conocimos a Hanna. Ahora comemos, dormimos, jugamos y corremos juntos. Necesito estar a su lado.

¡Ah! Mis papis me dicen que no me olvide de poner que ellos también están muy contentos y que es la mejor decisión que han podido tener, ahora somos una familia al completo.

Estaré eternamente agradecido que mis papis José Javier y Tania decidieran traerla a casa.

Yéik, su hermano mayor.